En Colombia, cuando hablamos o escuchamos hablar sobre “Zipaquirá”, lo primero que nos viene a la mente, es la primera maravilla turística del interior del país; la Catedral de Sal de Zipaquirá. Y no es en vano, se ha construido una reputación de alto nivel a través del tiempo, por ser un lugar único, donde los socavones de una explotada mina de sal, fueron convertidos en lugar de peregrinaje y al tiempo, transformados en unos verdaderos monumentos.

En enero de 2024, tuve la oportunidad de visitar el lugar por cuarta vez. Es un sitio apto para cualquier persona, incluso en condiciones de movilidad reducida, y sobre todo, no importa qué credo profeses, hay que ir alguna vez en la vida para tener la monumental experiencia de estar a más de 150 metros de profundidad cuya iluminación es 100% artificial, no hay entrada de luz natural. 

El recorrido empieza ingresando a través del túnel que nos lleva en dirección a las entrañas de la montaña, visitando los “catorce pasos del viacrucis” cuyas estaciones son unos verdaderos monumentos en piedra que parecen sacados de una cripta hollywoodense y que poco a poco se va acercando al gran socavón donde se encuentra el monumento católico denominado “catedral”.  Pasajes comerciales, un espejo de agua, tiendas de artesanías y esmeraldas, un impresionante show de mapping y varias actividades más.  

Más allá de la Catedral

El principal atractivo de este municipio cundinamarqués es la Catedral de Sal, pero; es innegable que el centro histórico de esta población es encantador. Históricamente, Zipaquirá tiene un baluarte que le ha inmortalizado en los libros de historia de Colombia y América, ya que en este municipio se llevó a cabo la primera gran revolución, la rebelión o insurrección de los comuneros, evento que empezó en el municipio de El Socorro, Santander y terminó en la plaza pública de Zipaquirá el 05 de junio de 1781 con la firma de las capitulaciones, históricamente reconocidas como “las capitulaciones de Zipaquirá”.

Su plaza principal, recibe el nombre de plaza de los comuneros, es una de las más bellas del país y con sus alrededores colmados de edificaciones que datan de las épocas colonial y republicana. Sin duda, recomiendo que se den un paseo por el centro histórico de este municipio y disfruten una cita con el pasado, con la historia de Colombia. 

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Jeffexplora

Viajero, cafetero, fotógrafo y consultor en marketing y comunicación digital.

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