
El llamado “desierto de la Tatacoa”, es un bosque tropical seco que se abrió paso tras miles de años de erosión causada por el agua y el viento y que está ubicado en inmediaciones del municipio de Villavieja en el departamento del Huila.
Después de la península de La Guajira, el desierto de la tatacoa constituye la segunda zona árida más grande del país, con más de 330 km2 de extensión, no cabe duda, que es uno de los paisajes más atractivos y maravillosos de Colombia.
Si bien es famoso por las pocas precipitaciones caen en la zona, tuve la poca dicha de ir justo cuando ocurrieron las lluvias, por lo que no pude disfrutar del fenómeno de bóveda celeste despejada, una de las zonas de observación astronómica más reconocidas del país.














Finalmente, deben saber que la zona árida del lugar, está dividida entre tierra roja y tierra gris, ambas con formaciones geológicas propias de la erosión que han dado lugar a enormes y centenares figuras verticales que hacen único el paisaje. Basta con unas cuatro horas para hacer un recorrido de casi el total del territorio, ya depende de qué actividades particulares quieras hacer allí.
Hay hoteles, balnearios y establecimientos que ofrecen diferentes planes para pasar el día y hasta la noche en el desierto, en mi caso, tuve la oportunidad de hospedarme junto con mi familia en un hotel al interior de la zona árida, con acceso vehicular y en el cual se puede tener una experiencia cómoda con prácticas ambientales sostenibles.

Datos importantes sobre el lugar:
- 39 km separan a Villavieja de Neiva, capital del departamento.
- Me hospedé en “El Peñón de Constantino”, al interior del desierto.
- Un guía turístico en una moto Tuk Tuk, nos cobró $ 120.000 COP (30 USD) por poco más de 3 horas de recorrido. (Éramos tres personas)
- Lleve agua, el calor es apabullante.
- Lleve gorra o elementos que le cubran del sol, prácticamente no hay donde refugiarse.
- Al llegar o al partir, les recomiendo tomarse un poco de tiempo para recorrer la plaza principal del municipio de Villavieja, es muy agradable, visiten el museo paleontológico y la casa museo del totumo.