El tour de la Montaña Colorida, fue el primer tour  por fuera del siempre fijo Machupicchu, el camino a vinicunca, winikunka o montaña de siete colores como comúnmente se le conoce. Pasamos de los 3400 msnm de Cusco para llegar en la buseta a una altura promedio de los 4650 msnm, con una parada para desayunar y de ahí, seguir el camino. 

El camino en sí, es un ir y venir de curvas que pueden hacer sucumbir a quienes nos mareamos, a 100 km de Cusco, pero, la vista, es sencillamente maravillosa. Una vez descendimos del transporte, nos proporcionan bastones para favorecer el camino hacia vinicunca que es en sí mismo, un premio a la madrugada, es de lejos, uno de los paisajes más especiales que haya visto jamás en la vida. Por 90 o 120 soles, puedes conseguir un transporte a caballo hasta determinado punto, nosotros lo hicimos caminando. 6 km aproximadamente separan a vinicunca de la parada de buses, parece cerca, pero en ascenso de más de 5000 msnm es algo pesado, pero vale la pena todo, el paisaje es milimétricamente bello; las montañas nevadas, el camino empedrado, los brotes vegetales, por donde quieras que veas, todo es bello. 

5250 msnm es la altura máxima en la montaña, el nivel de dificultad está dado no por la distancia sino por la altitud. Es un cambio brusco de altura, pues salís de Cusco a 3400 msnm y en solo unas horas estás a 5250 msnm, ocasionando diferentes reacciones que van desde el dolor de cabeza, náuseas, dolores articulares, daño de estómago y hasta colapso, por eso es importante seguir todas las recomendaciones del guía.

En mi experiencia, el descenso y la fluctuación de la altura, me causó el famoso “soroche”, o mal de altura, mezclado con el mareo por las curvas, no pude almorzar por la sensación molesta en el estómago, solo pude beber agua. El retorno a Cusco tarda unas tres horas. Se llega con alientos para cenar y dormir, porque la otra aventura, empieza a las 04:00 del día siguiente.