Lima, amable Lima.

Lima es una ciudad maravillosa, estoy seguro de que todos, en algún momento; hemos escuchado o leído acerca de la comida peruana, hemos tenido referencia sobre su particularidad de ser una ciudad a orilla del mar Pacífico, pero que es gris y fría la mayor parte del tiempo. Lo mejor, es tener la oportunidad de ir a caminar sus calles y a disfrutar de la gastronomía peruana por cuenta propia. En esta nota, un breve resumen sobre mi visita a Lima.

Llegamos a Lima en un vuelo desde Bogotá sobre las 18:30 horas, Habíamos acordado con el hostel, que nos recogieran en el aeropuerto Jorge Chávez a nuestro arribo. Dos de las tres veces que he estado en esta ciudad, me he hospedado en el centro histórico, si hubiera una cuarta oportunidad, lo volvería a hacer. 

Una vez instalados, salimos a caminar por el centro histórico, caminamos cerca de 3.8 km mientras nos deleitábamos del patrimonio arquitectónico con su iluminación artificial que conquista a todo turista.

Día 1, Centro de Lima

Recomiendo tomarse un día para caminar por el centro histórico y otros lugares de referencia en la capital peruana. Como el hotel donde nos quedamos queda cerca del palacio de justicia, empezamos el recorrido en la plaza cívica, maravillándonos del edificio “casa Roosvelt” y de su imponente arquitectura de influencia parisina, y caminamos con dirección a la plaza de armas, en el camino, nos topamos con la plaza San Martín; epicentro de un baluarte arquitectónico único, podría decir, que es de los espacios urbanos más bellos de América Latina. Recorrimos la plaza de Miraflores y los alrededores donde se encuentran gran parte de los edificios de gobierno; como la presidencia, la alcaldía de Lima, entre otros. 

Nos tomamos el tiempo para ir a cafés y sorprendernos con la maravillosa comida peruana. Una vez salimos del centro histórico, tomamos dirección (caminando) hacia el estadio nacional de Lima, topándonos con el parque del circuito mágico del agua y finalmente con el imponente escenario deportivo, casa de la selección peruana y del club Universitario. 

Entre Uber, cafés y almuerzo, este día gastamos unos 30 USD por persona.

Día 2, la magia de Ica.

Para hacer el recorrido a las islas ballestas en Paracas, y al famoso desierto de Ica, debes reservar el tour con anticipación, al final te dejo la información de la agencia con la que fui. El tour tiene un costo de 258 soles (a 2023), unos 65 USD que incluyen transporte ida y regreso en vehículos cómodos y seguros, tour en yate, almuerzo y recorrido en el desierto. 

La aventura comienza desde las 04:00 AM, hora en la que nos recogieron y empezó el recorrido de unas 3 horas hasta la localidad de Paracas. El recorrido, prácticamente fue a orilla de costa. Una vez en Paracas, tomamos un yate que nos llevó por un recorrido por la bahía, en dirección al famoso geoglifo del “candelabro de Paracas”, tallada hace más de 2500 años. Más adelante, nos encontramos con las increíbles islas ballestas, unos accidentes geográficos en el mar en el cual viven leones marinos, aves y pingüinos. Quienes vivimos en el trópico, nos sentimos maravillados porque en nuestros ecosistemas, no tenemos ese tipo de fauna. 

Antes del mediodía, el camino continuó hacia la ciudad de Ica, una vez allá, nos dispusimos a tomar el almuerzo típico: 10/10, nos dieron degustación de pisco y toda una charla acerca de la bebida peruana más importante hecha a base de uva blanca. Al terminar, nos dirigimos al desierto, unos 3 km antes, el paisaje empieza a ser que cada minuto haya valido la pena, el ingreso mismo al lugar y el ya muy famoso “oasis”, nos dejan con la boca abierta, es una experiencia que debemos vivir.

Ya en el desierto de Huacachina, la aventura empieza caminando sobre la movediza arena contra el fuerte viento, todo, todo alrededor es majestuoso, el calor y el sol deja de importar porque lo que tenemos en frente es único. De las cosas más recordadas del paseo, fue sin duda el recorrido en buggys (carritos del desierto, incluidos en la tarifa del tour) los cuales nos llevaban por las montañas de arena de subida y bajada con efecto de montaña rusa, quedamos con la sensación de “¡qué diablos pasó aquí!”. También, la práctica de sandboard, para quienes tienen experiencia, hay planes específicos, quienes no, nos arrojamos acostados en la tabla por las pendientes de las montañas de arena, el tiempo pasa volando, cuando menos piensas, ya es hora del atardecer y la aventura, habrá terminado. 

Día 3, Lima ayer y hoy.

Nuestro último día en esta ciudad, lo aprovechamos yendo hacia el nombrado barranco de Lima y el sector de Miraflores, una visión distinta de la Lima antigua que habíamos recorrido desde hace dos días. Caminando sobre el barranco con vista permanente al mar pacífico, hasta tomar camino al interior de Miraflores y su maravillosa oferta gastronómica. Desde el parque principal, tomamos un Uber (16 soles, 4 USD) con dirección a las ruinas de la Huaca Pucllana, la pirámide del complejo arqueológico que rompe el urbanismo de la ciudad. 

El complejo arqueológico de la Huaca Pucllana, data del año 400 DC y se estima que fue edificado en sus inicios por la cultura Lima. La ciudad se desarrolló alrededor del complejo, destruyendo a su paso los vestigios de lo que fue una enorme ciudad preinca. El ingreso al parque cuesta 15 soles (3,9 USD) e incluyen guía turístico en todo el complejo. Está abierto desde las 09:00 horas hasta las 17:00.

Ahí terminó nuestro recorrido en Lima, sobre las 19:00 de ese día, tomamos un vuelo a Cusco, pueden conocer sobre cómo nos fue en los andes peruanos en este link.